Estimados asociados,

Otro mes más vivimos la convulsión del terrorismo yihadista, aunque esta vez gracias a la ayuda de TRES norteamericanos y un británico, su brutal objetivo no ha podido ser llevado a cabo.

Una vez más observamos la inutilidad de las políticas de "control de armas" en Europa, pese a ellas, un terrorista logra hacerse con armas de guerra dentro de las fronteras de la Unión Europea (UE), y una vez más vemos como esos que abogan por una política completamente fracasada e ineficiente sobre el control de armas, piden precisamente aquello que no está funcionando, es decir, más control.

En cierta medida da la sensación que nuestros políticos nos saben qué hacer, no saben qué medidas articular, y hacen lo único que saben, que es apretar a los ciudadanos. Mientras el informe SOCTA (Serious and Organised Crime Threat Assessment) 2013 elaborado por EUROPOL dice que la mayoría de las armas usadas ilegalmente en Europa provienen de las ex repúblicas soviéticas, antigua Yugoslavia y del Norte de África, nuestros líderes siguen empecinados en desarmar a los ciudadanos honrados, legítimos usuarios de armas.

Muchas veces atribuimos a la maldad humana hechos debidos a la estupidez. Lo primero que pensamos es que interés pueden tener los políticos europeos en desarmar a sus ciudadanos en plena ofensiva yihadista, más allá que el propio negocio de la subvención y el dedazo político que se ha creado alrededor de los lobbies anti armas, porque sí, efectivamente desarmar a los ciudadanos cumplidores de la ley se ha convertido en un gran negocio para algunos.

Los grupos y las organizaciones anti armas europeos tienen un número irrisorio de socios, pero en cambio obtienen ingentes cantidades de fondos provenientes de las ayudas y las subvenciones públicas. A raíz del cambio de legislación en Panamá, supimos que la UE mantenía un observatorio de las armas ligeras en Latinoamérica, observatorio que han amenazado con cerrar si el país centroamericano permite que sus ciudadanos puedan armarse.

Todo esto es dinero que viene y que va, dinero que sale de nuestros bolsillos y acaba en las manos de organizaciones que en vez de salvar vidas, lo único que hacen es facilitar su exterminación. Organizaciones que siguen fomentando la ley del más fuerte, que solo ven la violencia que les interesa y que como ha ocurrido con la mayor ONG anti-armas del mundo, IANSA (International Action Network On Small Arms), en cuanto se acaba el dinero público dejan de existir.

Alguno le habrá sorprendido esto que acabo de comentar, pero lo confirmo, IANSA ha cerrado de la noche a la mañana, en mayo de este año quebró aunque no tuvimos constancia hasta hace unas semanas. Sus esfuerzos contra las armas en el mundo occidental han sido casi infructuosos, no hablo del tercer mundo, porque allí nunca intentaron regular nada, pero tras los bloqueos del Senado norteamericano a los tratados de armas ligeras de la ONU, el cambio de leyes en Perú y finalmente en Panamá, donde al igual que EEUU hay datos estadísticos (no encuestas como genera la UE, algunas de ellas manipuladas) que demuestran que las armas en manos de civiles salvan vidas, previenen el crimen y proporcionan mayor seguridad. Los flujos de dinero público a IANSA se redujeron, porque una cosa que no pueden hacer es luchar contra los datos reales, mucho menos en un entorno de crisis donde el dinero público disponible se ha reducido.

IANSA no ha tenido ningún pudor en abandonar sus altos ideales y cerrar, mientras las organizaciones pro armas europeas y americanas subsistimos solo con financiación privada, parece que para ellos esto no era suficiente.

La desaparición de IANSA no es algo que nos haya entristecido, desde luego estamos contentos con que el dinero público que recibía estar organización se dedique a otros menesteres, pero el daño ya está hecho y ahora hay que tratar de revertirlo.

Durante muchos años el bombardeo de mentiras de IANSA y de sus patrocinadores políticos ha entrado sin barreras en las cabezas de los europeos, los ha hecho creer que no necesitan defenderse, que la seguridad es algo de lo que se encargan perfectamente los estados, cuando el reguero de muertes que ha dejado el terrorismo y otros hechos criminales demuestra lo contrario.

Han llegado al punto de hacer creer, siempre poniendo como ejemplo unas leyes en EEUU, que en algunos Estados son más restrictivas que las de algunos países europeos, que cuando un policía mata a un negro es violencia policial y racismo, mientras que cuando un negro o un loco mata a un blanco u a otras personas, es un problema de la presencia de armas. Los medios de comunicación se han sumado al influjo de estereotipos con tal de incrementar audiencias y lo que se ha creado realmente es una gran cantidad de población controlada y manipulada mediante el miedo y las mentiras.

Hemos visto como han tenido que ser TRES norteamericanos los que han tenido que detener a un terrorista en un tren ante la inmovilidad del resto de los pasajeros y de los empleados de la compañía férrea. No es un fenómeno nuevo, yo también he vivido en un avión como un pasajero varón de 90 kilos enloquecía y comenzaba a agredir al resto, y estos se quedaban quietos esperando que alguien de la tripulación neutralizase la amenaza, sin darse cuenta que las tripulantes de cabina femeninas que tenían que contenerlo no llegaban a los 60 kilos de peso.

No es un fenómeno único, en Suecia, violaron a una chica en un ascensor de la estación de Estocolmo en plena hora punta, nadie intervino. En el Salobral un loco mató a una chica de 13 años y a su acompañante. A pesar de que el 90% de la gente tenía escopetas nadie intervino y el asesino huyo sin resistencia. Lo mismo pasó en una iglesia de Madrid donde un hombre disparó a una embarazada y nadie hizo nada por detenerlo.

¿Qué pasa en nuestra sociedad que nadie quiere combatir el mal en ella? El fenómeno está ampliamente estudiado y se llama indefensión aprendida. Los políticos ayudados por casi todos los medios de comunicación y las asociaciones anti-armas, han enseñado a la población a comportarse como borregos, les han arrebatado el control de uno de los derechos más importantes que hay, que es la defensa de la vida. Han enseñado a los ciudadanos a depender de una policía que en muchas ocasiones no está, y cuando está es incapaz de defenderse a sí mismo, les han enseñado a auto inmolarse o a permitir que otros sean inmolados y a permanecer de brazos cruzados.

La indefensión aprendida es una herramienta importante de control y muy sencilla de instaurar, el objeto de esta es claramente hacer a los ciudadanos dependientes del Estado para algo tan básico, simple y a la vez difícil de garantizar como es la seguridad. Sirve para hacerles soportar la victimización por parte de los criminales, para hacerles creer que el Estado les defiende aunque los datos digan lo contrario, y sobre todo para evitar que reclamen algo que el poder político teme por encima de todo en manos del su pueblo, como son las armas.

Si los ciudadanos europeos aprenden a no defenderse está claro que no pedirán armas para hacerlo. Hoy en día un ciudadano que quiera defenderse no va a pedir una espada, un arco con flechas o una lanza, va a pedir un arma de fuego. Las armas de fuego modernas son los grandes igualadores de fuerzas, convierten al débil en fuerte, hacen que el anciano deje de ser una víctima indefensa, que la mujer sea igual de fuerte que un hombre y dan al más común de los mortales un derecho que los Estados modernos tratan de reservarse para sí mismos, y este es la fuerza.

No es lo mismo imponer una medida impopular a un pueblo desarmado que a uno armado, no es lo mismo robar y corromperse de cara a una población desarmada que a una población armada, y ningún tirano tiene esperanza de mantenerse en el poder durante mucho tiempo si aquellos a los que tiene que someter están armados hasta los dientes.

Las armas en manos de los hombres libres son la última garantía de libertad, y eso es con lo que muchos tratan de acabar. La libertad siempre ha tenido innumerables enemigos, pero paradójicamente nunca ha tenido de forma constante el mismo número de defensores. Siempre los tiranos han estado en inferioridad numérica sobre aquellos a los que pretenden tiranizar y curiosamente nunca han logrado sus planes cuando una mayoría armada se ha negado a ser sometida.

Volviendo al tren, la reacción de los europeos pone de manifiesto como estamos de manipulados, como somos de maleables, y como nos hemos dejado dominar por unos pocos. Pone de manifiesto con qué facilidad estamos dispuestos a sacrificar nuestras vidas por nada, como se nos ha enseñado a rechazar la violencia hasta el punto de sacrificar nuestras vidas y como unos pocos cobardes pueden ponernos en modo de shock o estampida.

Durante la mayor masacre de la historia, que por si muchos no lo recuerdan se ha producido no en EEUU, si no en Europa (en la isla Noruega de Utoya), una sola persona se enfrentó a otras 600, logrando matar a 77 e hiriendo a más de 100. Nadie ofreció resistencia y muchos jóvenes murieron intentando mandar “whatsapps” pidiendo ayuda. Los teléfonos no salvaron a nadie, como es una realidad que las órdenes de alejamiento tampoco salvan a las mujeres, ya que son solo papeles, no armas con las que defenderse.

ANARMA y otras organizaciones europeas hemos decidió plantar cara a la complacencia, a la indefensión y al “borreguismo”. Estamos decimos a salvar vidas, no a sacrificarlas, por ello hemos iniciados programas de lucha contra la Yihad en nuestros países y vamos a lanzar un programa para que las mujeres maltratadas en España y víctimas de la violencia machista o doméstica, puedan tener acceso a herramientas efectivas para defender sus vidas, como son las armas de fuego. Desde ANARMA ayudaremos y asesoraremos a cómo cumplimentar sus solicitudes de licencias de armas tipo B y tras su obtención, les daremos la instrucción necesaria de forma gratuita, para que puedan usar sus armas de forma segura y efectiva. Vamos a cortar el reguero de muertes con medidas reales, estadísticamente probadas y que no consisten en mero maquillaje, las fichas electrónicas de maltratadores mejoran el seguimiento de estos por parte de las FCSE, pero no les impiden actuar y una vez que estos actúan, dichas fichas, no salvan a las mujeres.

Vamos a entrenar a nuestras FCSE y FCS en el empleo avanzado de armas largas, no ya si por si acaso algún día les son de dotación, sino por si tienen oportunidad de arrebatársela a un terrorista, sepan cómo utilizarlas en entornos urbanos y críticos por la presencia de civiles. Además les impartiremos formación sobre el manejo de arma corta en esos mismos entornos y desde vehículos policiales.

Nuestro objetivo final es que allí donde un terrorista pueda atacar haya un civil o un policía capacitado para detenerle, vamos a obligar a los yihadistas a enfrentarse a manadas de perros guardianes, no a rebaños de borregos. Vamos a tejer una malla entre los ciudadanos de bien que imposibilite los malvados actuar. En definitiva, vamos a protegernos no con placas de latón con un símbolo de una pistola tachada (zonas libres de armas), o con papeles firmados por jueces, vamos a defenderlos con lo único que realmente funciona para parar el mal en última instancia y son personas buenas con armas de fuego.

Un saludo a todos,

Javier Arnaiz Larson