Es conocida la Directiva de Armas Europea se aprobó en marzo del 2017, después de una tramitación sumamente convulsa y no exenta de polémica. Los órganos legislativos de la Unión Europea son cualquier cosa, menos democráticos y trasparentes. Varios países necesitaban salvar la cara con respecto a su opinión pública, además de la propia Unión, pergeñando un auténtico bodrio que no contentó a nadie, pero que intentó salvar la cara de algunos legisladores. Básicamente el documento prohibía todo tipo de cosas, aunque simultáneamente las permitía con numerosas excepciones. Se dejaba por tanto en manos de los estados miembros una herramienta ambigua, que permitía recortar derechos y libertades de ciudadanos europeos al gusto de los responsables del control de armas de cada país.